MUSLOS MUY SABROSOS

 

Hoy he querido darle algún cambio a los omnipresentes muslitos… Alegrar la salsa, que a mi nieta mayor, le encantan las comidas con salsita!!

Estos muslos están en mi nevera solo de paso. Como veis en la foto van directamente a los “tupers” desechables y están en el congelador unos días, a veces solo son horas, el tiempo justo de la llegada de algún hijo que viene a hacer la compra a mi nevera y si hay algo hecho, solo para calentar, mucho mejor!! Sale más barato utilizar estos recipientes, que los tradicionales, tardan mucho en devolverlos, eso si los devuelven. Algunas madres  ya sabéis de lo que hablo…

Vamos a la receta:

Ingredientes:
             -          1kg. Muslos de pollo (ó la cantidad que queráis)
             -          2 naranjas
             -          1 cerveza sin alcohol
             -          1 c/s harina
             -          1 c/s vinagre balsámico
             -          Sal, pimienta blanca y canela
             -          Aceite oliva extra virgen
             -          20 gr. mantequilla

Elaboración:

. Limpiar bien los muslos. Cubrir el fondo de la cazuela de aceite. Salpimentar los muslos y también añadirles la canela. Empezar a sofreírlos. Hay que dorarlos bastante, dándoles la vuelta a menudo. Según la cantidad de muslos, hay que hacerlos en varias tandas.

. Cuando los hayamos dorado muy bien, añadimos al aceite el vinagre, para recuperar los jugos, a continuación el zumo de dos naranjas, damos unas vueltas para que se evapore un poco y por último la cerveza.

. Incorporamos los mulos y con 20 minutos será suficiente para que se hagan. El pollo si se cuece demasiado, resulta insípido y seco.

. Sacamos los muslos de la salsa. En una sartén honda ó cazuela antiadherente, ponemos la mantequilla, cuando se derrita echamos la harina, le damos unas vueltas y vamos añadiendo la salsa del pollo. En realidad hacemos un roux. Aquí no hay que tener prisa, la salsa ha de quedar muy ligada, sin grumos, con brillo y oscurita, a mí me gusta hacerlo con un batidor de varillas, en lugar de la cuchara de madera, pero a gusto de cada uno.

Y ya está. Directamente a la fuente de servir ó a los “tupers” a la espera de las visitas…

Los tupers