ALITAS DE POLLO MACERADAS CON LECHUGA

 

A la gran mayoría que nos gusta el pollo, las alitas es una de nuestras partes favoritas. Siempre jugosas y admiten muchas formas de elaboración. Menos hervidas, claro, ahí pierden todo su encanto!! Pero, simplemente fritas, sin más están riquísimas. Esta vez van maceradas, muy fácil y si no nos pasamos de cocción, muy ricas. Así que vamos allá:

Ingredientes:

-          1 kg. De alitas de pollo

Maceración:
             -          3 cucharadas aceite oliva virgen extra
             -          1 c/p de canela en polvo
             -          1 c/p cúrcuma
             -          1 cucharada vinagre balsámico
             -          Sal y pimienta blanca
Lechuga:
             -          Aceite oliva virgen extra
             -          Láminas de queso parmesano Reggiano
             -          Jugo de cocinar las alitas

Elaboración:

. Pedir al carnicero ó pollero que parta las alitas en dos y desechar la punta. He puesto un kilo, pero es orientativo, esta cantidad es para 3 ó 4 raciones.

. Echar las alitas en un bol junto con todos los ingredientes de la maceración. Mezclar bien y dejarlo macerar, mínimo tres horas, mejor fuera del frigorífico. Darle vueltas de vez en cuando.

. En una cazuela ó sartén amplia, echar un poco de aceite, no mucho, la maceración ya lleva y el pollo también suelta grasa. Y tan sencillo como poner las alitas junto a la maceración y cocinarlo. Los primeros 5 minutos más alegremente para que adquieran color y luego despacio, moviéndolas de vez en cuando, para que se hagan por dentro y no se sequen. Suele ser unos 20 minutos en total.

. Las vamos poniendo en una fuente, las regamos con el jugo, reservando una parte para aliñar la lechuga. Ponemos la lechuga  con las láminas de queso, espolvoreamos con  un poco de pimienta y sin nada de sal, dejamos enfriar un poco la salsa sobrante del pollo y la repartimos sobre la lechuga. Si vemos que la lechuga no queda suficientemente aliñada, añadir más aceite.

Y nada más. Un gran plato, os lo aseguro.